A menudo tenemos la sensación de vivir en un mundo demasiado ruidoso y frío, prisionero de las prisas y utilitarista donde sólo prima la productividad y el pragmatismo más ramplón. Queda por tanto poco espacio para la reflexión y el aprecio por la belleza, aspectos que requieren de una predisposición apropiada y lejos del mundanal... Leer más →