Tales de Mileto, 630-545 a. C. fue un filósofo pre-socrático griego y uno de los llamados «Siete Sabios» de Grecia. Vivió varias generaciones antes del nacimiento de Sócrates y Platón. Se sabe poco de su vida privada o de si escribió él mismo o fueron otros quienes se hicieron eco de él. Se sabe sin embargo que siendo joven estudió geometría y astronomía en Egipto y que participó en la construcción de un canal para desviar las aguas del río Halis. Para Tales, el agua es la naturaleza última del mundo, el principio o «arjé» de donde todo surge. Tales hizo también importantes aportaciones tanto en el campo legislativo como en matemáticas y geometría (Teorema de Tales). Incluso ideó una guía náutica celeste que hizo que los barcos pudieran navegar durante la noche enseñando a los marineros a guiarse por las estrellas.
En el momento en que Mileto se encontraba en sus mejores tiempos, también vivían en otros entornos lejanos sabios como Buda, Confucio, Lao-tse y Chaung-tzu. Se desconoce y es todavía un misterio la razón por la que la filosofía floreció simultáneamente en medio de civilizaciones tan diferentes. Era el tiempo en que surgieron aforismos como «Conócete a ti mismo«, «Nada en exceso» y «Todo en una medida prudente«.
Platón cuenta que una vez se burló de él una esclava tracia porque observando las estrellas se cayó en un pozo; que era ávido para observar las cosas del cielo pero que le pasaban desapercibidas tanto las cosas que tenía tras de sí como las que tenía delante suyo.
Calímaco cuenta que Tales hizo una medición de las estrellas del Carro, por las que se guiaban los fenicios en su navegación.
Jerónimo dice que Tales llegó a medir las pirámides por su sombra, después de haber observado que la sombra en un hombre es igual a su altura.
Tales también fue capaz de ver la diferencia entre la imagen que tiene nuestra mente de las cosas y la realidad misma, indicando que no son lo mismo. Por ejemplo, las vías de un tren parecen que se unen en el horizonte, pero solo «le parece a nuestra mente«. La realidad es que se mantienen siempre paralelas.
Es interesante lo que hizo Tales cuando, debido a su pobreza, algunos le reprocharon que la filosofía era inútil. Cuando por el estudio de los astros supo que iba a haber una gran producción de olivas, depositó fianzas por todas las prensas de aceite. Cuando llegó el momento en que mucha gente las pedía, las alquiló al precio que quiso y ganó mucho dinero. Les demostró así que para los filósofos, enriquecerse era fácil, pero que no era eso lo que a ellos les interesaba.
Son muchos, sobre todo Aristóteles, los que se refieren a él como el primer filósofo puro de la tradición griega occidental, ya que fue el primero en aventurarse en hacer una indagación racional del universo, cómo era su funcionamiento, su causa y su origen. Es un momento histórico clave porque el ser humano por primera vez procura prescindir del mito, de la mitología griega cargada de dioses con cualidades y defectos humanos, y se determina a romper con todo ello y usar solo el ‘logos‘ o la razón.
Algo de su pensamiento (sentencias)
«De los seres el más antiguo es Dios, por ser ingénito; el más hermoso es el mundo por ser obra de Dios; el más grande es el espacio porque lo encierra todo; el más veloz es el entendimiento porque todo lo recorre; el más fuerte es la necesidad porque todo lo vence; el más sabio es el tiempo porque todo lo descubre».
«Muchas palabras no dan prueba del hombre sabio, porque el sabio no ha de hablar sino cuando la necesidad demanda, y las palabras han de ser medidas y correspondientes a la necesidad».
«Busca siempre un quehacer; cuando lo tengas no pienses en otra cosa que en hacerlo bien».
«La esperanza es el único bien común a todos los hombres. Los que todo lo han perdido la poseen aún».
«La belleza no dimana de un cuerpo hermoso, sino de las bellas acciones».
«La cosa más fácil es hablar mal de los demás».
«Cuida tus palabras; que ellas no levanten un muro entre ti y los que contigo viven».
«Sea tu oráculo la mesura».
«Toma para ti los consejos que das a otro».
Esteban López