El mes de marzo es en Brasil el mes de las lluvias torrenciales y de los fuertes vientos. Allí se acaba en ese mes el verano, y después de las lluvias que todo lo arrastran, palos, piedras y objetos diversos, aparece el esplendor verde de todo lo que florece, como si empezara la vida de nuevo.
«Aguas de marzo«, es una canción que fue compuesta en 1972 por Antonio Carlos Jobim (Río de Janeiro 1927- Nueva York 1994) de la que se han hecho infinidad de versiones. En el año 2001, fue declarada por más de 200 periodistas, músicos y artistas «la mejor canción brasileña de todos los tiempos«. Tom Jobim, como se le conocía, fue uno de los padres de la llamada bossa nova (nuevo estilo), un subgénero del Samba y el Jazz. Sus orígenes musicales fueron la música clásica (Claude Debussy, Heitor Villalobos, Frédéric Chopin), así como el folklore brasileño, el Samba, el Jazz y los musicales de Broadway. Sus creaciones personales sencillas, llenas de humanidad y sentimiento muestran el originalísimo talento de un genio. Después de muchas composiciones y éxitos alrededor de todo el mundo, Tom falleció por un problema cardíaco con sólo sesenta y siete años.
En 1974 Tom había editado junto a la cantante brasileña Elis Regina en álbum «Tom & Elis«, donde aparecía también la canción «Aguas de março«. Este álbum es considerado por los críticos como el mejor disco de bossa nova de todos los tiempos. Elis Regina (1945-1982) había empezado en el mundo de la música a los siete años. Con el tiempo llegó a ser conocida como la más grande cantante del Brasil. Era una mujer llena de vitalidad y amor por la vida. Cuando hizo algunas giras artísticas por varias ciudades de Europa, siempre procuraba dejar claro que Brasil no era sólo un pueblo de Carnaval. Elis era crítica con el gobierno brasileño de entonces, lo que llevó a especularse que éste fuera el responsable final de su temprana muerte a los treinta y seis años, oficialmente por «sobredosis de alcohol y drogas«. La autopsia tardó demasiado tiempo en hacerse y son muchos los que creen que Elis «fue suicidada«.
Tom y Elis son un ejemplo de seres humanos creativos y sensibles, que amaban la vida y que nunca renunciaron a la esperanza. Es este último aspecto lo que más asombra e invita a la reflexión: que pase por lo que pase en la vida, la esperanza está incrustada en los genes del ser humano. Como ya había escrito Tales de Mileto (630-545 a. C.) hace mucho tiempo: “La esperanza es el único bien común a todos los hombres. Los que todo lo han perdido la poseen aún”. Bien pensado, es difícil asumir que toda la creatividad, sensibilidad y amor por la vida del ser humano tenga que desaparecer para siempre. Algo no cuadra. Somos capaces de tocar la estrellas con la punta de los dedos, pero desconcierta sobremanera que, como decía Ernst Bloch, tengamos que «acabar como el ganado«. Es una cuestión de «dignidad personal«, decía el autor de «el principio esperanza«.
«Aguas de março» ilustra todo eso. Es un relato sobre la vida esta que nos ha tocado vivir llena de avatares, vicisitudes y luchas. Pero es también un incentivo para el cambio interior cuando toca, para un constante reinventarse, para aprender de los errores, pero superarse siempre pase lo que pase. ‘Aguas de marzo‘ es un canto al movimiento cíclico de la vida, a no cansarse de amar y a seguir caminando con esperanza porque después de todo, después de la tormenta siempre viene la calma. Y es que como ocurre una y otra vez, siempre vuelve el verano. «Son las aguas de marzo, es verano es canción, la promesa de vida, en tu corazón«.
Esteban López
Águas de Março
Tom Jobim
É pau, é pedra, é o fim do caminho
É um resto de toco, é um pouco sozinho
É um caco de vidro, é a vida, é o sol
É a noite, é a morte, é o laço, é o anzol
É peroba do campo, é o nó da madeira
Caingá, candeia, é o Matinta Pereira
É madeira de vento, tombo da ribanceira
É o mistério profundo, é o queira ou não queira
É o vento ventando, é o fim da ladeira
É a viga, é o vão, festa da cumeeira
É a chuva chovendo, é conversa ribeira
Das águas de março, é o fim da canseira
É o pé, é o chão, é a marcha estradeira
Passarinho na mão, pedra de atiradeira
É uma ave no céu, é uma ave no chão
É um regato, é uma fonte, é um pedaço de pão
É o fundo do poço, é o fim do caminho
No rosto, o desgosto, é um pouco sozinho
É um estrepe, é um prego, é uma ponta, é um ponto
É um pingo pingando, é uma conta, é um conto
É um peixe, é um gesto, é uma prata brilhando
É a luz da manhã, é o tijolo chegando
É a lenha, é o dia, é o fim da picada
É a garrafa de cana, o estilhaço na estrada
É o projeto da casa, é o corpo na cama
É o carro enguiçado, é a lama, é a lama
É um passo, é uma ponte, é um sapo, é uma rã
É um resto de mato, na luz da manhã
São as águas de março fechando o verão
É a promessa de vida no teu coração
É uma cobra, é um pau, é João, é José
É um espinho na mão, é um corte no pé
São as águas de março fechando o verão
É a promessa de vida no teu coração
É pau, é pedra, é o fim do caminho
É um resto de toco, é um pouco sozinho
É um passo, é uma ponte, é um sapo, é uma rã
É um belo horizonte, é uma febre terçã
São as águas de março fechando o verão
É a promessa de vida no teu coração
Au, edra, im, minho
Esto, oco, ouco, inho
Aco, idro, ida, ol, oite, orte, aço, zol
São as águas de março fechando o verão
É a promessa de vida no teu coração
Pensamiento y cultura 