Dicen que la democracia es el menos malo de los sistemas de gobierno. Y la experiencia muestra que otras formas políticas diferentes han sido frecuentemente todo un contraste a la hora de defender los derechos humanos, siendo incluso fuente de toda clase de sufrimiento para la humanidad.
Pero hay que reconocer que a menudo, la democracia también ha mostrado ser falible y una extraordinaria excusa para llevar a cabo los más viles actos propios de otra clase de regímenes. De ahí la necesidad de que existan formas de control que hagan la convivencia política más amable y segura para todos. Un ejemplo que ilustra muy bien la importancia de que la opinión pública debe saber lo que realmente se cuece entre bastidores fue el caso de los llamados Papeles del Pentágono. Un caso que puso de relieve también la valentía e integridad de un hombre sincero que, a medida que iba descubriendo información que comprometía seriamente al gobierno de entónces en Estados Unidos, nunca renunció a dar a conocer la verdad: Daniel Ellsberg (1931-2023).
Los Papeles del Pentágono fueron un informe secreto del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, titulado oficialmente «United States – Vietnam Relations, 1945–1967: A Study Prepared by the Department of Defense«. Este informe, completado en 1969, documentaba la historia de la implicación política y militar de los Estados Unidos en la guerra Vietnam desde 1945 hasta 1967. Fue encargado por el Secretario de Defensa, Robert McNamara, para entender mejor cómo se había desarrollado el conflicto vietnamita y evaluar las decisiones y políticas que se habían tomado.
El informe contenía detalles sobre las decisiones y estrategias del gobierno estadounidense que no se habían revelado al público ni al Congreso. Incluía evidencia de que el gobierno había ampliado secretamente la escala de las operaciones en Vietnam, con bombardeos en Camboya y Laos, ataques costeros y misiones de la Infantería de Marina, mucho antes de que se informara públicamente a la ciudadanía.
Daniel Ellsberg fue un analista militar y ex empleado del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, conocido principalmente por su papel en la filtración de los llamados Papeles del Pentágono en el año 1971. Nacido el 7 de abril de 1931 en Chicago, Ellsberg tuvo una destacada carrera académica y profesional antes de convertirse en una figura controvertida y decisiva en la historia moderna de Estados Unidos.
Ellsberg estudió en Harvard, donde obtuvo su doctorado en economía en 1962. Trabajó como estratega nuclear en la Corporación RAND, una influyente organización de investigación y desarrollo, y más tarde ocupó un cargo en el Departamento de Defensa bajo el mando del Secretario de Defensa Robert McNamara.
Durante su tiempo en el Pentágono y RAND, Ellsberg fue testigo directo de la evolución de la política estadounidense en la guerra de Vietnam. Inicialmente, apoyó la intervención militar en Vietnam, pero a medida que se fue involucrando más profundamente y obtuvo acceso a información clasificada, empezó a cuestionar la veracidad y la moralidad de las políticas gubernamentales. Esta creciente desilusión culminó en su decisión de hacer públicos los Papeles del Pentágono, un informe secreto que detallaba la historia de la implicación de los Estados Unidos en Vietnam y revelaba numerosas mentiras y manipulaciones por parte de varios gobiernos estadounidenses.
Aún a riesgo de que algunos le calificaran de temerario, no cabe duda de que en una inusual muestra de valentía, en 1971 Ellsberg hizo copias de estos documentos y los entregó a varios periódicos, incluyendo The New York Times y The Washington Post. Como es de imaginar, la publicación de estos documentos desencadenó un escándalo nacional y una serie de batallas legales sobre la libertad de prensa, (¿qué era más importante el secreto de estado o que la opinión pública esté informada?). Como algo así era la primera vez que pasaba, Ellsberg fue acusado de espionaje, robo y conspiración, enfrentándose a una posible condena de 115 años de prisión. Terrible perspectiva si se piensa bien. Sin embargo, para sorpresa de muchos su juicio en 1973 terminó con la retirada de todos los cargos, pues se había probado la mala conducta del gobierno, incluida la invasión ilegal de la oficina de su psiquiatra por agentes de la administración Nixon en un intento por desacreditarlo.
El intento del gobierno de Nixon de bloquear la publicación de los Papeles del Pentágono llevó a una importante batalla legal sobre la libertad de prensa, que culminó en la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos en el caso «New York Times Co. v. United States». La Corte falló a favor de los periódicos, permitiendo la publicación de los documentos y reafirmando la protección constitucional de la libertad de prensa frente a la censura gubernamental.
Vistos los hechos y reflexionando ahora sobre ellos, hay que decir que Daniel Ellsberg se convirtió en un símbolo de la libertad de expresión y del papel del individuo en la denuncia de las injusticias del gobierno. Posteriormente, continuó su activismo en temas de paz y desarme nuclear, permaneciendo una voz crítica y comprometida hasta su muerte en 2023. Su legado sigue siendo un poderoso recordatorio de la importancia de la transparencia gubernamental y la integridad personal en la defensa de la verdad y la justicia.
Este caso sentó un importante precedente en Estados Unidos en el sentido de que ningún gobierno puede hacer lo que le plazca ignorando los intereses de la opinión pública o conculcando sus derechos. Ningún político es el dueño absoluto de las personas que componen su comunidad, sino que debe servirle con honradez y cuidar fielmente de sus intereses. Ocultar información vital que comprometa seriamente la integridad y seguridad de la gente es sencillamente inmoral.
Sin embargo, hay que reconocer que hoy día las democracias siguen adoleciendo de grandes fallas. En el sistema de partidos políticos a menudo lo que prima es el corporativismo y sigue llevándose a cabo prácticas secretas que deberían ser monitorizadas por los ciudadanos si es que están realmente preocupados por sus intereses. Como dice John Keane, profesor de Ciencias Politicas la Universidad de Sydney y en la Wissenschaftszentrum de Berlin, en una entrevista hecha para el diario El Mundo 11/2/2020
«Cuando se ha descrito la democracia por parte de los políticos o los periodistas, siempre se ha hecho referencia a un sistema basado en la libre elección de representantes. Esta descripción hay que ampliarla. Aunque las estructuras representativas son un pilar fundamental en el sistema, la democracia también va sobre el control del poder. En esa necesidad de controlar el poder se resuelven muchos problemas vinculados con la democracia. Sin embargo, hay poderes que se mantienen fuera del alcance del control. El sistema bancario financiero global o el armamentístico huyen del escrutinio público, de la democracia ideal, del control ciudadano. No debemos olvidar que la democracia consiste en evitar que alguien tenga la capacidad de acaparar todo el poder, por eso es importante la presencia de las herramientas de monitorización ciudadana».
La integridad y valentía de Daniel Elsberg asumiendo enormes riesgos personales, mostró cuán importante es que la gente tenga derecho a ser informada de modo que pueda ser respetada su dignidad y salvaguardada su integridad física. Daniel Elsberg fue leal a su conciencia pensando en el bien común de la gente más bien que en sus propios intereses.
Esteban López


Saludos cordiales, Esteban López.
Este artículo es muy necesario para recordar que como bien escribes: «dicen que la democracia es el menos malo de los sistemas de gobierno. Y la experiencia muestra que otras formas políticas diferentes han sido frecuentemente todo un contraste a la hora de defender los derechos humanos, siendo incluso fuente de toda clase de sufrimiento para la humanidad.»
Todas las personas somos responsables de que se conozca la verdad de lo que ocurra a nuestro alrededor. Nadie ha dicho que sea fácil comportarse como un valiente, aunque es muy gratificante pese a que el resto le tachen como insensato.
El miedo es libre, pero no es liberador.
Muchas gracias , atentamente .
Teresa.
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Muchas gracias, Teresa, por escribir y por tu excelente reflexión. Hago mías tus palabras:
«Todas las personas somos responsables de que se conozca la verdad de lo que ocurra a nuestro alrededor. Nadie ha dicho que sea fácil comportarse como un valiente, aunque es muy gratificante pese a que el resto le tachen como insensato.
El miedo es libre, pero no es liberador».
Muy bien dicho, Teresa. Muchas gracias y un abrazo muy fuerte 🌹
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