«Adios genio«. Con esas sencillas palabras se despedía de él Mike Hucknall, del grupo Simply Red. Burt Bacharach (1928-2023) fallecía el 8 de febrero de 2023 a los 94 años de edad. Había dedicado casi toda su vida a la música. Al conocerse su fallecimiento, su cículo más cercano señalaba:
«Con mucha tristeza compartimos el fallecimiento de nuestro padre, esposo y amigo. Le dio tanto al mundo y por eso estamos eternamente agradecidos. La música siempre está ahí, así que se seguirá escuchando. Enviamos nuestro cariño desde el equipo Bacharach, porque para eso están los amigos«.
Burt Bacharach fue un compositor, letrista y productor discográfico estadounidense y uno de los creadores con más éxito del siglo XX. Nació el 12 de mayo de 1928 en Kansas City, Missouri. Había estudiado música en la Universidad de McGill, en el Colegio de Música de Mannes y en la Academia de Música del Oeste en Santa Bárbara, California. Durante los años 50 y comienzos de los 60 fue el pianista, arreglista y músico principal de Marlene Dietrich con quien realizó varias giras.
Bacharach es conocido por su asociación con el letrista Hal David (1921-2012), lo que resultó en muchas canciones de éxito desde la década de 1950 y hasta la de 1970. Algunas de sus composiciones más famosas incluyen «Raindrops Keep Fallin’ on My Head«, «What the World Needs Now Is Love«, «Close to You» que popularizaron The Carpentes, «Alfie» y «I Say a Little Prayer«. Muchas de esas composiciones tienen una combinación única de letra y música, y suenan tan relevantes y significativas hoy en día como lo eran décadas atrás.
Además de su habilidad para escribir preciosas melodías, Burt también fue conocido por su talento como arreglador y su habilidad para crear atmósferas únicas en sus bandas sonoras de películas. Su música sigue siendo una parte integral de muchos filmes, programas de televisión y anuncios comerciales, lo que muestra su influencia y relevancia a lo largo del tiempo. Ha ganado múltiples premios y ha sido incluido en el Salón de la Fama de los Compositores, de hecho los galardones más importantes de la industria del entretenimiento en Estados Unidos y Gran Bretaña: seis Grammy, dos Globos de Oro, un BAFTA, un Emmy y tres premios Oscar. También fue incluido por la revista Rolling Stone en su lista de «los 100 compositores más grandes de todos los tiempos«.
Sus composiciones conocieron éxitos sin precedentes. Son creaciones bellas y a menudo dedicadas al amor, que se ganaron millones de adeptos durante los años difíciles de confrontación social y política en Estados Unidos, por cuestiones como el movimiento afroamericano por los derechos civiles y las protestas contra la guerra del Vietnam.
Bacharach sentía fascinación por el jazz y progresivamente se adentró en melodías pop que cautivaban por completo. Se ha dicho de él que su música es fácil de escuchar. Quizá es esa su grandeza, su sencillez. Pero al mismo tiempo demostraba una sofisticación y una sensibilidad que iba más allá del canon del pop, un estilo que, aunque el tiempo pase seguirá subyugando a millones de personas de todo el mundo.
Se ha definido el talento como «especial capacidad intelectual o aptitud que una persona tiene para aprender las cosas con facilidad o para desarrollar con mucha habilidad una actividad«. Y es que el talento es un misterio más de esta existencia y se encuentra en personas que se mueven en todos los ámbitos. Se tiene o no se tiene y, en el sector de la música, Bacharach lo tenía sin ninguna duda.
Estos son algunos ejemplos de sus composiciones más conocidas:
«Raindrops Keep Fallin’ on My Head» (1969). Obtuvo el Oscar a la mejor canción con este tema interpretado por BJ Thomas e incluido en la película Butch Cassidy and the Sundance Kid de 1969.
Aunque The look of love fue compuesta en 1967, es una canción que ha inspirado a distintos artistas, produciendose varias versiones. Esta es la versión de 2003 interpretada por el compositor Ronald Isley (1941). El resultado es majestuoso…
Gernot Dudda, periodista especializado en música escribió: «This Guy’s in Love with You«, de Burt Bacharach y Hal David, es, sin duda, una de esas canciones que te ponen la piel de gallina. Y lo consigue en todas las versiones en que me ha sido posible disfrutar de ella«. Fue compuesta en 1968 y a nadie deja indiferente.
Richard Chamberlain grabó por primera vez esta balada de Burt Bacharach y Hal David en 1963, pero no terminó de cuajar. Dionne Warwick repitió con los compositores y también lo lanzó como parte de su álbum un año después. Pero no fue hasta que The Carpenters lo interpretaron en 1970 que se convirtió en un gran éxito. Caren Carpenter aquí, llena de luz…
Burt Bacharach falleció a los 94 años rodeado de su familia. Amaba profundamente su labor y estuvo activo componiendo y dando entrevistas hasta prácticamente el último día de su vida y a pesar de padecer en sus últimos años una larga enfermedad. Y en ningún momento afirmó que se aburría. Obraba y disfrutaba como si fuera eterno. Proyectaba una y otra vez mirando al futuro. Su talento visionario hizo que su música tocara el corazón de muchísimas personas a lo largo de los años y es seguro que continuará haciéndolo por generaciones futuras. Y es que lo bueno es siempre intemporal. Como escribió otro artista de gran talento, Norman Rockwell (1894-1978),
«El secreto de que haya tantos artistas que vivan tanto tiempo, es que cada obra suya es una nueva aventura. De modo que siempre están mirando hacia adelante hacia algo nuevo y excitante. El secreto consiste en no mirar nunca hacia atrás«.
Con razón un hombre sabio de la antiguedad escribió hace mucho tiempo: «Dios ha plantado la eternidad en el corazón de todo hombre y mujer«.- Eclesiastés 3:1, NBV.
Esteban López
Otro obituario destaca aspectos tormentosos de este extraordinario artista. Este hace justicia al compositor de poemas de amor blancos, limpios, puros, exquisitamente puestos a música y que por son los cuales conozco a Bacharach. Música que llegó para quedarse. Gracias por el compartir. (La interpretación por Ron Isley, supongo de los Isley Brothers -«Shout», «Twist and Shout»-, ha sido para mí una revelación. ¡Gracias también por elegirla! «Todos los días se aprende ago nuevo.» de ese gran pensador clase mundial que fue Anónimo.)
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