«El hombre de la cabina de cristal» (The Man in the Glass Boothes) es una película estadounidense de 1975 nominada a la Mejor Película de Drama a los Premios Globos de Oro, dirigida por Arthur Hiller y protagonizada por Maximilian Schell. Fue adaptada al cine a partir de una obra de teatro de 1968.
Se podría decir que el filme es una magnífica reconstrucción del juicio de Adolf Eichmann en clave de ficción con diálogos sublimes y firme dirección de Arthur Hiller.
El argumento trata sobre Arthur Goldman (Maximilian Schell), un rico industrial y magnate judío de Nueva York, que por sus antecedentes vitales vive una profunda paranoia en su ático de Manhattan. Sus empleados se suelen escandalizar por los comentarios despectivos que Goldman suele hacer aspectos de la vida judía. Sin embargo, se sorprenden de que cierto día Goldman sea secuestrado por agentes israelíes del Mosad y sea llevado a juicio por crímenes de guerra nazis, alegando que en realidad es Adof Dorff, coronel de las SS. Durante el juicio será introducido en una cabina transparente de cristal por su propia seguridad. Pero nadie se espera quién es realmente el señor Goldman al final del juicio.
Algunos de sus diálogos son extremadamente profundos y sacan a colación las contradicciones humanas y sociales que se han vivido a lo largo de la historia y sobre todo durante el pasado siglo xx. Muchos de los interrogantes que el filme plantea pueden ser muy similares a los que todos nosotros nos hemos hecho alguna vez en la vida.
El filme es una profunda reflexión sobre el sufrimiento individual del ser humano, y en definitiva el de tantos millones de seres humanos, la mayoría de ellos judíos, bajo el régimen nazi. También pone de relieve cuán difícil de asimilar es tanta maldad por parte de ciertos hombres adoctrinados en una ideología perniciosa, inicua y profundamente despreciativa de la dignidad humana. Y es que el dolor, el mal y el sufrimiento son mucho más difíciles de entender cuando proceden de otros seres humanos. Recuerdan las palabras de aquel sabio del pasado cuando escribió:
«Todo esto he visto al entregarme de lleno a conocer lo que se hace en este mundo y el poder que el hombre tiene de hacer daño a sus semejantes«.
– Eclesiastés 8:9 DHH.
Magnífico filme absolutamente recomendado y magnífica interpretación del actor suizo-austríaco Maximilian Schell (1930-2014), quien fue nominado como Mejor Actor tanto en los Premios Óscar como en los Globos de Oro.
Esteban López
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