Fue en el siglo XIX cuando empezó a surgir la idea de que era necesario algún tipo de Tribunal Penal Internacional que juzgara y castigara las violaciones más graves contra los derechos humanos, tales como el genocidio, crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y de agresión y crímenes de terrorismo.
Pero la iniciativa de crear una Jurisdicción penal internacional cobró fuerza e impulso definitivo a partir de la segunda guerra mundial, con la creación de los Tribunales de Nüremberg, Alemania, contra los principales líderes nazis, y los de Tokio.
En Nüremberg, por primera vez en la historia, se encausaba a los responsables directos de crímenes contra la humanidad y a sus organizaciones criminales. El juicio duró desde el 20 de noviembre de 1945 y el 16 de octubre de 1946. Fue el principal juicio (dirigido contra los principales líderes nazis) entre los varios juicios que tuvieron lugar después contra jueces y médicos nazis. Todos esos diferentes juicios contra el aparato nazi se conocen como los Procesos de Nuremberg. Con las sentencias aplicadas a los principales dirigentes nazis se sentaba un precedente y se ponían los fundamentos del Tribunal Penal Internacional contra la guerra de agresión y crímenes contra la humanidad.
Al igual que en los juicios de Nuremberg, en Tokio también se formó un tribunal militar internacional que juzgó a 25 líderes japoneses por crímenes de guerra. Siete fueron sentenciados a muerte, incluido el general Hideki Tojo, de 61 años, que como primer ministro autorizó el ataque sobre Pearl Harbor. Unos 900 militares más fueron ejecutados por maltrato, asesinato y otras atrocidades llevados a cabo contra prisioneros de guerra.
En la última década del siglo XX, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas creó dos importantes tribunales «ad hoc» para juzgar los crímenes de guerra en la antigua Yugoslavia (1993), y las masivas violaciones de derechos humanos en Ruanda (1994). Con la creación de esos tribunales se producía un cambio significativo en el Derecho Internacional: por primera vez eran tribunales creados por la Comunidad Internacional, no por los países vencedores de la guerra como fue el caso de Nüremberg y Tokio.
Creación y contenido
En el año 1992 empezaron los preparativos para la creación del alto Tribunal. Finalmente, la Asamblea General de las Naciones Unidas celebró una conferencia los días 15 de junio a 17 de julio de 1998 en la Sede de la Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Nunca antes se había visto algo parecido. Participaron 160 Estados y 166 entidades gubernamentales y no gubernamentales en calidad de observadores. La Conferencia preparó el Estatuto de Roma del Tribunal Penal Internacional. Entró en vigor el día 1 de julio de 2002, siendo firmado por 139 Estados y ratificado por 85.
El Estatuto del Tribunal consta de un Preámbulo y 128 artículos. Es competente para los crímenes más graves de trascendencia para la comunidad internacional en su conjunto: El crimen de genocidio; Los crímenes de lesa humanidad; Los crímenes de guerra; El crimen de agresión.
Todo Estado Parte del Estatuto debe aceptar la competencia del Tribunal, sin que exista la posibilidad de hacer reservas. Es de jurisdicción automática, hecho que significa un gran avance en el derecho internacional, ya que anteriormente se necesitaba el consentimiento previo del Estado.
La Corte Penal Internacional tiene una Presidencia, una Sección de Aplicaciones, una Sección de Primera Instancia, una Sección de Cuestiones Preliminares, una Fiscalía y una Secretaría.
El procedimiento se desarrolla en dos fases: una primera fase de investigación y otra segunda fase de juicio oral. Las sentencias y resoluciones de la Sección de Primera Instancia son susceptibles de recurso. Los principios por los que se rige el Tribunal Penal Internacional son «nulum crimen sine lege» y «nulla poena sine lege«.
Una respuesta necesaria
El Tribunal Penal Internacional, cuya sede se encuentra en la ciudad de La Haya, Paises Bajos, supone un importante avance en la protección internacional de los derechos humanos. No hay que olvidar que durante el siglo XX se ha registrado la mayor violencia de toda la historia humana. Aparte de las dos guerras mundiales, se han desencadenado más de docientos cincuenta conflictos armados, han muerto más de noventa millones de personas civiles, sobre todo mujeres y niños, y se han violado los derechos, la propiedad y la dignidad de más de doscientos millones de personas.
Por primera vez en la historia, existe un órgano judicial internacional capaz de exigir a los Estados su responsabilidad en la protección de los derechos humanos. La Corte Penal Internacional llena el vacío antes existente para que en todo el Orbe, todos los seres humanos de cualquier sexo, raza o condición, puedan ver reconocidos y garantizados todos sus derechos, en la esperanza de que los grandes crímenes de la humanidad y las violaciones masivas de los derechos humanos no queden impunes o sin castigo.
- Bibliografía: «Introducción al estudio de los Derechos Humanos«, Benito de Castro Cid, Universitas, 2003.
Muy interesante!! Ya lo deberieron haber creado hace mucho tiempo y con eso desaparecerian los militares y las guerras y habria mas paz y orden en el mundo
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