Oskar Schindler, «Justo entre las naciones»

oskar-schindlerOskar Schindler (1908-1974) Industrial alemán de origen checo, salvó a unos mil doscientos judíos del exterminio nazi. Estaba prácticamente olvidado en el momento de su muerte, pero el cineasta estadounidense Steven Spielberg recuperó y difundió mundialmente su figura veinte años después en «La lista de Schindler«, film que mereció siete premios Oscar. El gobierno israelí de Ben Gurión lo había nombrado «Justo entre las naciones» en 1966, distinción otorgada a todo el que ha mostrado solidaridad con el pueblo judío en algún momento de su historia.

(photo credit: Schindler’s Legacy official)

Aquí puede verse a SternOskar Schindler (derecha) con su empleado Itzhak Stern (izquierda). Stern (1901-1969) era judío y el contable de Schindler. Aunque Schindler era nazi, respetaba profundamente a
Stern. Fue él quien convenció a Schindler de que finalmente salvara la vida de 1200 judíos y quien escribió a máquina la famosa «Lista de Schindler». Como se dice en la tradición judía, «Quien salva una vida, salva al mundo entero… Una vela no pierde su luz por compartirla con otra». 

tumba Oskar Schindler2En esta fotografía puede verse la tumba actual de Oskar Schindler en Jerusalén, una de las más visitadas en la ciudad de las «tres religiones». Cada piedra que hay encima de la tumba representa a una persona salvada por él o a alguno de sus descendientes. Está situada en la bajada sur del monte Sión y la visitan judíos, cristianos y personas sin ninguna fe religiosa.

La experiencia de Oskar Schindler no es única. Muchas otras personas mostraron compasión por el sufrimiento de los judíos durante el régimen nazi a pesar del riesgo que corrían ellas mismas. Lo que muestra que la compasión es un impulso mucho más fuerte que las leyes injustas o las ideologías inhumanas, y aunque se esté viviendo en el más oscuro de los mundos.

Es muy difícil entender cómo tan tremendo crimen contra la humanidad pudo tener lugar y además no hace tanto tiempo; cómo fue posible crear tan inicua maquinaria de exterminio de seres humanos inocentes solo por ser de raza judía. Y sobre todo cómo fue posible justificarlo ideológicamente hasta el grado de que se aceptara socialmente no solo en Alemania sino en otros muchos países. Pero ilustra muy bien hasta dónde puede llevar la manipulación y el adoctrinamiento constante por parte de un estado totalitario embebido de una de las más perniciosas ideologías que jamás han existido.

Escena del filme «La Lista de Schindler» (1993), del director Steven Spielberg.

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